Gonzalo Ariel Montiel, el numero 4 albiceleste fija su mirada en el balón, inicia su carrera,
estamos todos de pie en el restaurante, la ansiedad y los nervios son los
protagonistas del menú; un silencio ensordecedor durante un instante se apodera
del lugar seguido por gritos simultáneos que iniciaron con una voz: "
GOOOOOOOL"
"¡Somos Campeones, campeones del mundo!", "¡Sos grande
Messi!", "¡Viva la Albiceleste!" … gritaban miles de almas
que se volcaban en cuestión de minutos a las calles de la Quiaca, un fronterizo
municipio a norte argentino... Origen y final de la ruta nacional 40. Sin
pensarlo mucho, nos sumergimos en ese rio humano que se dirigía desde todas las
direcciones a la plaza de armas del pueblo. Al llegar a la céntrica ubicación,
nos esperaba una gran caravana de vehículos encabezada por un camión que
abordamos rápidamente junto a la turba invadidos de felicidad, orgullo ajeno y
reconociéndolo ahora, admiración. El camión se echó a andar por cuanta calle
encontró, pasó cerca de la frontera boliviana, mientras nosotros sobre el área
de carga saltábamos y balbuceábamos algunos canticos, abrazados
como hermanos a seres desconocidos, a quienes no les importaba que fuésemos
foráneos solo querían festejar, al igual que nosotros.
Y si, estábamos allí viviendo una mega fiesta, un carnaval espontaneo,
sonaba "la cumbia de los trapos", "Muchachos”, la música y las
arengas eran entonadas por locales y extranjeros, una gran celebración en torno
al futbol y al triunfo de estos gladiadores que ilusionaron a todo un país
durante el torneo y al continente cuando América entera se sintió identificada
con la selección liderada por Messi.
Ríos de licor en las calles, redoblantes, bombos, platillos y uno que otro
instrumento de viento se empezaron a escuchar a medida que se aglomeraban en
improvisados anfiteatros, la multitud acompañaba con palmas y coros rasgados a
la banda, parecían querer ser escuchados a miles de kilómetros, donde los
jugadores vivían su propia fiesta y atizaban el furor de la multitud con cada
declaración, entrevista o actualización en redes sociales y medios de
comunicación.
Fueron muchos los días de fiesta, en navidad y año nuevo hubo un motivo más
para brindar en los hogares. Quedaron muchos recuerdos, fotos, grafitis,
murales y tatuajes de aquel dieciocho de diciembre. Si, en la bitácora de
nuestro viaje celebramos un mundial en el país campeón. Dios bendiga el
Cicloturismo.
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